me da pena lo que está pasando con la ministra de Igualdad. y debo reconocer que aveces tanta estupidez me enfada un poco. pero qué le voy a hacer, si es lo que hay ahora mismo en la arena política.
tenía miedo de que fuera cosa de los periódicos que leo porque en ellos, en sus foros o como respuesta a sus noticias en blogs y foros, aparecen siempre ejemplos de lo que os voy a comentar más abajo. reconozco que soy muy corto de miras y diariamente sólo leo dos, Público y El País, y ojeo el NYT por aquello de ver cómo van las cosas al otro lado del charco, así que me he dedicado a recorrer algunos otros focos de información en internet sobre la ministra y los resultados son casi siempre los mismo:
mayoritariamente todos se meten con ella. la llaman ignorante, enchufada, estúpida, cursi... y eso sólo por citar coas que se ven repetidas.
eso me llama la atención. no creo que ningún otro político haya sido juzgado con tanta inquina y desprecio -esa es la palabra- como la ministra Aído y eso resulta preocupante.
¿quiénes son todos esos lectores de periódicos de izquierdas que se escandalizan porque una mujer joven dice desde su puesto algo que muchas personas reclaman como primera medida para igualar a mujeres y hombres?, porque al fin y al cabo de eso se trata cuando alguien pide utilizar las palabras como designadoras de su propia realidad. ¿quiénes son los que le tienen tanto miedo a una palabra en femenino?.
el motivo de este mini post preocupado está en la lectura de los comentarios dejados en esta entrevista/reseña del diario Público.
tenía miedo de que fuera cosa de los periódicos que leo porque en ellos, en sus foros o como respuesta a sus noticias en blogs y foros, aparecen siempre ejemplos de lo que os voy a comentar más abajo. reconozco que soy muy corto de miras y diariamente sólo leo dos, Público y El País, y ojeo el NYT por aquello de ver cómo van las cosas al otro lado del charco, así que me he dedicado a recorrer algunos otros focos de información en internet sobre la ministra y los resultados son casi siempre los mismo:
mayoritariamente todos se meten con ella. la llaman ignorante, enchufada, estúpida, cursi... y eso sólo por citar coas que se ven repetidas.
eso me llama la atención. no creo que ningún otro político haya sido juzgado con tanta inquina y desprecio -esa es la palabra- como la ministra Aído y eso resulta preocupante.
¿quiénes son todos esos lectores de periódicos de izquierdas que se escandalizan porque una mujer joven dice desde su puesto algo que muchas personas reclaman como primera medida para igualar a mujeres y hombres?, porque al fin y al cabo de eso se trata cuando alguien pide utilizar las palabras como designadoras de su propia realidad. ¿quiénes son los que le tienen tanto miedo a una palabra en femenino?.
el motivo de este mini post preocupado está en la lectura de los comentarios dejados en esta entrevista/reseña del diario Público.
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