este tipo de locales son fáciles de encontrar, incluso en ciudades donde hace poco más de un año era muy raro ver a alguien con un portátil por la calle, como era el caso de Oviedo, que ahora cuenta con muchos wifi-spots. eso me llena de alegría porque quiere decir que la gente se está metiendo a usar este tipo de tecnologías y algo bueno saldrá de ahí.
reconozco que cuando pienso en uno de esos locales la palabra Starbucks viene a mi mente de manera inmediata: uno de sus latte machiato o un frapuccino para mantener a raya el calor del verano mientras escribes en el portátil, saludas a algun@s amig@s... un cambio de aires en el trabajo. por eso me llevé una sorpresa cuando, ayer, fui a uno de los cafés de está marca sitos en Heidelberg y pedí un capuccino, elegí una mesa junto a la ventana y me propuse pasar un par de horas haciendo una labor tediosa relacionada con una directora llamada Marina Goldovskaya. abrí el portátil y me conecté... con un hotspot de T-Mobile, como los que hay en los aeropuertos, de a más de 2€ la hora.
¡¡idiotas!! parte del espíritu de Starbucks está en que todo el mundo -con un mínimo de pasta- se siente casa y el icono del freelance en la mesa redonda, rodeado de tazas vacías forma parte ya del imaginario norteamericano, pero con esta medida se va todo a la mierda. no puedes pasarte tres horas en un bar en el que te cobran 4€ por cada café -mantienen los precios de EEUU cambiando la moneda...- y y casi 12€ por la conexión, es estúpido.
consecuencia: junto a mi casa hay un café que sirve casi las mismas bebidas que la cadena norteamericana, a la mitad de precio y tienen wifi abierta. quizá por eso, tienen también gente a todas horas, frente al Starbucks que depende de la ignorancia de turistas e incautos como yo, llenando y vaciando el local en oleadas. por lo que a mi respecta, el rey está muerto, larga vida al rey. y que le den al Starbucks.
al margen de mi enfado he llegado a saber la razón de este cambio en Alemania: resulta que no pueden proveer internet de manera gratuita y generalizada -no entiendo por qué otros locales sí- y eso me recuerda al freno que se impuso a la iniciativa avilesina de ampliar la red wifi gratuita sobre el centro de la ciudad -que lleva funcionando desde hace cierto tiempo- y que pasará a ser de pago.
asombrosamente estúpido. genuinamente europeo.
¿cuándo empezaremos a ver el bosque en vez de obsesionarnos con el puto árbol?
0 comentarios:
Post a Comment