hace un par de días terminé de escuchar un audiolibro que quizá nunca hubiera leído pero que me solucionó unos cuantos ratos de espera / traslado / limpieza de platos esta pasada semana. el tema del libro está relacionado íntimamente con la compañía Apple porque él fue quien construyó el primer ordenador de esta marca... y no hablo de Steve Jobs sino de su compañero en los años ochenta: Steve Wosniak. el libro, una autobiografía, nos cuenta la historia de este ingeniero electrónico-informático desde las lecciones sobre átomos impartidas por papá Wozniak en su tierna infancia californiana hasta su relación con el iPod a comienzos del siglo xxi, ya alejado del trabajo per se dentro de la compañía.
a medida que iba escucchando su relato -leído por él mismo- comprendí que se trataba de una tragicomedia realmente interesante: un tipo que me intenta convencer de que es un sencillo y gracioso ingeniero se pasa seis horas, o así, explicándome una gran parte de la revolución informática de finales del siglo xx haciendo hincapié en cómo él fue el responsable de casi todos los inventos -porque tiene una mente ingenieril- y cómo a su alrededor había gente interesada en los negocios, que también se hicieron ricos -como él- aunque no tienen tanto mérito.
reconozco que en algunos momentos me cayó un poco mal el tipo que me hablaba al oído porque tenía la sensación de que la falsa modestia y el autologio no son buenos vecinos... y el amigo Woz se monta el libro oscilando peligrosamente entre uno y otro polo.
al final, resulta que la historia es muy interesante y el personaje protagonista es atractivo. pero uno -al menos yo- no puede terminar iWoz sin sentir que su autor tiene miedo a desaparecer bajo la sombra de Jobs quedarse fuera de la Historia -perdón por la mayúscula-. las partes del libro más pasionales son aquellas en las que explica su aprendizaje electro-informático a modo de camino del héroe a su destino, por qué fue él quien creo el Apple I y su relación con la compañía y con el iConico Steve.
la compañía creadora de Lisa y el iPhone se ha convrtido ya en una empresa que trasciende la mera producción de ordenadores, supone -o lo pretende- una forma de pensar y vivir, y Wozniak reclama con su libro un poco de la gloria y quedarse en los anales asentado en el sitio que le corresponde: el chico de los ordenadores que disfruta gastando bromas -algunas muy pesadas- e intenta, siempre, hacer algo nuevo y bueno para la gente.
incluso con lo empalagoso que es, me parece un ejemplo de cómo las grandes cosas las llevan a cabo también las pequeñas personas, y sus personajes. por eso recomiendo su lectura -o su descarga y posterior compra, si ves que procede, y tal- aunque sólo sea para sentir un poco de envidia ante la precocidad de ciertas mentes, porque eso de crear Apple a los 26...
a medida que iba escucchando su relato -leído por él mismo- comprendí que se trataba de una tragicomedia realmente interesante: un tipo que me intenta convencer de que es un sencillo y gracioso ingeniero se pasa seis horas, o así, explicándome una gran parte de la revolución informática de finales del siglo xx haciendo hincapié en cómo él fue el responsable de casi todos los inventos -porque tiene una mente ingenieril- y cómo a su alrededor había gente interesada en los negocios, que también se hicieron ricos -como él- aunque no tienen tanto mérito.
reconozco que en algunos momentos me cayó un poco mal el tipo que me hablaba al oído porque tenía la sensación de que la falsa modestia y el autologio no son buenos vecinos... y el amigo Woz se monta el libro oscilando peligrosamente entre uno y otro polo.
al final, resulta que la historia es muy interesante y el personaje protagonista es atractivo. pero uno -al menos yo- no puede terminar iWoz sin sentir que su autor tiene miedo a desaparecer bajo la sombra de Jobs quedarse fuera de la Historia -perdón por la mayúscula-. las partes del libro más pasionales son aquellas en las que explica su aprendizaje electro-informático a modo de camino del héroe a su destino, por qué fue él quien creo el Apple I y su relación con la compañía y con el iConico Steve.
la compañía creadora de Lisa y el iPhone se ha convrtido ya en una empresa que trasciende la mera producción de ordenadores, supone -o lo pretende- una forma de pensar y vivir, y Wozniak reclama con su libro un poco de la gloria y quedarse en los anales asentado en el sitio que le corresponde: el chico de los ordenadores que disfruta gastando bromas -algunas muy pesadas- e intenta, siempre, hacer algo nuevo y bueno para la gente.
incluso con lo empalagoso que es, me parece un ejemplo de cómo las grandes cosas las llevan a cabo también las pequeñas personas, y sus personajes. por eso recomiendo su lectura -o su descarga y posterior compra, si ves que procede, y tal- aunque sólo sea para sentir un poco de envidia ante la precocidad de ciertas mentes, porque eso de crear Apple a los 26...
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