6.3.08

copiar

no tiene nada de malo, es una forma de ir aprendiendo.

supongo que el reverso tenebroso llega cuando no reconoces que lo estás haciendo. eso si es feo. y eso es lo que se está pretendiendo con el tema de la niña de Rajoy -o su guionista- y la niña de Obama -o su guionista-. personalmte no creo que se trate de un plagio: el americano empezó a hablar de la niña el 8 de enero y el martes hizo su gran discurso patriótico:
"Y si esa niña tiene la oportunidad de viajar por el mundo y alguien le preguntara de dónde es, creemos que siempre debería ser capaz de mantener su cabeza alta con orgullo en su voz cuando responda: 'Soy americana'".

política aparte quiero reivindicar el derecho a copiar, a imitar y a inspirarse en obras ajenas. tres cosas muy diferentes, sí, pero que van por el mismo camino; cuestión de grados. claro que dependiendo del grado vas a poder hacer, o no, cosas diferentes con tu creación. por eso el segundo tipo que pintó girasoles como Van Gogh, ya no tuvo tanta gracia.

creo que esa es la única manera de llegar a ser bueno en algo, seguir los pasos de quienes llegaron antes que nosotros. luego, cuando ya controlas el tema, si eres capaz de ir campo a través y recortar terreno a tu manera, genial, entonces serás una de las mentes del pasado post -en esta fase ya sobresaldrás, te harás notar porque haces algo diferente que empieza a funcionar [insertar entretenida polémica con amigo filosofeador] y eso te hace sacar la cabeza por encima de la media. y entonces nadie te va a echar en cara que al principio copiaste, imitaste o te inspiraste en otros creadores.

hay mucho nuevo bajo el sol. pero no está al alcance de cualquiera. ni sale en google maps.
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2 comentarios:

Anonymous said...

Yo copio, plagio, intertextualizo, me inspiro... Lo importante es decir lo que se quiere. Incluso si eres Rajoy.

nacho vega said...

Sí, aunque seas Rajoy... pero hay que mencionar las fuentes, si no se pierden puntos de integridad. Y en este juego se gana a los tantos.