ya no lo tengo tan claro. y empieza a ser demasiado extraño.
al principio era sólo con el idioma... no me daba cuenta de en qué idioma estaba leyendo páginas de internet a menos que me encontrase con algo muy llamativo. eso fue raro pero me acostumbré rápido.
después vino lo de olvidarme del contexto y sorprenderme cuando leía o escuchaba algo en español... incluso estando en España. eso ya me dio que pensar.
sin embargo fue lo de hoy lo que me preocupa: iba caminando con Marcos y Luis por una calle del barrio cuando me fijé en las farolas... eran las hermosas y sobrevaloradas que el ayuntamiento incrusta cada cinco metros en la ciudad lo que me sobresaltó fue la conciencia de ESTAR en Oviedo, de conocer aquella calle y sin embargo tener el sentimiento - y la sensación- de estar en Heidelberg.
típico desdoblamiento, supongo. a veces me parece estar de vuelta en la otra ciudad, sea la que sea, demasiado rápido.
el tiempo es relativo, eso lo sabemos. de igual manera la calidad de nuestro tiempo hace que lo recordemos de una u otra manera. quizá por eso las fronteras entre buenos momentos se me estén diluyendo, da igual el pixel de google maps en que me encuentre. supongo que todo el mundo termina siendo una red interconectada cuya velocidad de transmisión es ligeramente más lenta que la que circula por fibra de vidrio.
no es que haya un fallo en matrix, sino que cambio de pantalla demasiado rápido para la poca velocidad de mi procesador
:)
28.3.08
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1 comentarios:
Qué bien expresado. Tengo la impresión de que nuestros procesadores no están a la altura de las posibilidades de nuestro mundo. Pasa como con el sentido.
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