5.3.08

¿dónde están las grandes mentes de mi generación?

porque hace tiempo que no me encuentro con ninguna.

¿dónde está la osadía?, ¿quién rompe moldes e inventa el camino por el que otros transitaremos?.

la respuesta fácil que se me ocurre es que no puedo verles porque estoy demasiado metido en mi tiempo para tener perspectiva. pero esa respuesta es una mierda.

si no les veo es porque están muy lejos de mí.

trato de rodearme de gente interesante, y por mi hígado que a veces lo consigo, pero no es lo mismo. no quiero vidas normales, no quiero rutas trilladas. quiero ver un poco de auténtica saliba en la cara de la convencionalidad. quiero gente que tenga sangre suficiente para buscarse y encntrarse en la realización de sus sueños... y que no sueñen con mierda.

ezs está en el camino, y eso me encanta porque, de alguna manera, está cerca de mí. ¿pero dónde está el resto, la gente que nos da mi vueltas a los humildes mortales?.

¿dónde está el veinteañero que escribe la novela más fresca del territorio?, ¿y la chica que sale de la universidad y rueda la "Tesis" de los 2000?. vale, tenemos a Elena Medel, pero es sólo una... y en tan poco verso rebosa demasiado orgasmo con vergüenza de su nombre. qué queréis, a lo mejor sólo es envidia.

pero no me quiero perder es digresiones. no pueden estar todos perdiendo el tiempo en blogs masturbatorios o haciendo vídeos mediocres para youtube. alguien deberá pasar a la posteridad como algo más que polvo y cenizas...

o quizá esté bien que falten cabezas visibles, quizá así podamos -los mediocres, los diletantes y amateurs- clavar puntillas en la Madre Tierra y sacar la lengua más alta que la frente. quizá así podamos atrevernos a soñar en vivo y directo. para así trazar el mapa del camino, de la senda, de esa vida que esperamos empezar a vivir, quizá, a partir de los cuarenta.

el tiempo es ahora. y alguien debería decírnoslo.
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4 comentarios:

Anonymous said...

La genialidad generacional es una ficción extemporánea. Si la buscas, mejor que seas un cazador de mitos. No vas a encontrar a Aristóteles. Llamar mediocre a quien no lanza salibazos a su cotidianidad me parece más una rabieta que un pensamiento encomiable (porque la osadía tiene muchas caras).

Aunque es posible que me esté parapetando en mi propia mediocridad. ¿Quién sabe?.

nacho vega said...

¿Aristóteles?, ¿quién le busca?.

nada de buscar mitos. en otros países tienes gente menor de 27 cambiando la forma en que vemos el mundo. Mark Zuckerberg nació en 1984 y su red social Facebook, creada en Norteamérica en el 2004 afecta a la manera en que se ha hecho campaña en las elecciones españolas.

él es una gran mente de nuestra generación... al otro lado del atlántico.

lo mismo podemos decir de los fundadores de youtube, o de digg... aunque estos ya son "viejos" y llegan a los 30 años.

en España tenemos a Alonso, pero no es el ejemplo que estoy buscando.

sé que en otras circunstancias te gustaría la metáfora de escupir a la cotidianeidad... al fin y al cabo eso buscaba ser Amianto. hacer cosas diferentes, forzar un poco los moldes, si no romperlos

el concepto de "pensar fuera de la caja", entendiendo caja como lo lineal, monótono... lo normal(izado). ese tipo de pensamiento es el que quiero encontrar porque seguro que existe en nuestro país... pero no sé dónde.

Anonymous said...

Lo que trataba de decir (claro que me gusta escupir en lo cotidiano) es que esas mentes han cambiado la forma en que vemos el mundo en la medidad que son producto de su mentalidad y posibilidades (las del mundo, digo). En esta perspectiva, son consecuencia de un proceso que incluye lo normalizado (entendiendo que la normalización nunca es una propuesta inmóvil o atómica).

Porque los genios no cambian las cosas, sólo lo expresan o lo ejecutan. Yo me pregunto si lo que debemos buscar no son parias. Y si, en efecto, es consecuencia de su posición esa invisibilidad.

Las grandes mentes de todo tiempo lanzan el juego del que participan a horizontes nunca vistos... pero en lo anónimo está el aguafiestas que pretende jugar a algo distinto. Así que no puede inquietarnos su invisibilidad, porque cuando sean visibles, seguramente ya no serán genuinamente originales.

Lo que estoy diciendo es que el hereje es patrimonio del futuro o de la nada. Los tesoros del presente son personas audaces y perspicuas, pero desconfío profundamente de que nuestra admiración sólo les preste atención a ellos.

Son los mejores jugadores, han calculado su poder y han ganado en nuestro mundo. La pregunta es si éste es nuestro juego.

Carlos Álvarez / Diego García said...

Yo desde luego no debo ser una mente de esas... me perdí....


En todo caso, si viniera alguna mente preclara a proponernos algo radicalmente nuevo, seguro que lo volvíamos a colgar...me pido prí.

No hay nada como una turba springfildiana que reacciona de forma violenta ante lo desconocido.